Quien no ha visto esta legendaria e impactante publicidad exterior por alguna de las carreteras de nuestra geografía que ha pasado de ser una imagen gráfica publicitaria a un icono de España.
Desde que se creara en 1956 a pasado muchos cambios, el que más le ha afectado es el de las leyes de la publicidad en carretera. En 1962 se aprobó una ley por la que las vallas exteriores debían estar a 125 metros de la carretera, Osborne reacciono aumentando considerablemente su tamaño, a unos 14 metros de altura, y más adelante, ya pasado el franquismo, una ley prohibió todo tipo de publicidad en las autopistas, fue entonces cuando quitaron la marca de la empresa de las vallas, aunque no quitaron las vallas.
En 1994 después de muchas iniciativas del pueblo español por su voluntad de que no desapareciese de las estepas españolas en el congreso se declaro herencia cultural y artística del paisaje español, y en 1997 el Tribunal Supremo lo declaró parte del patrimonio cultural y artístico diciendo: «ha superado su inicial sentido publicitario y se ha integrado en el paisaje y debe prevalecer, como causa que justifica su conservación, el interés estético o cultural, que la colectividad le ha atribuido».
Hoy quedan 90 toros de Osborne repartidos por la geografía española de la siguiente manera: Andalucía 23, Aragón 6, Asturias 5, Baleares 1, Canarias 1, Castilla La Mancha 13, Castilla León 14, Cataluña 1, Extremadura 5, Galicia 5, Madrid 2, Navarra 1, La rioja 2, Comunidad Valenciana 10 y País Vasco 1. Cantabria y Murcia son las únicas comunidades autónomas que carecen de este símbolo publicitario que ha traspasado su función convirtiéndose en un icono de España.
Vía el mundo.es